Lectores en el mundo, ya sea en España o en Colombia, Parios o África esto es para ustedes, para noches frías llenas de amor o quizás de soledad. Esto es suyo, esto les pertenece. Compartamos entre versos.
viernes, 2 de octubre de 2015
Mis queridos lectores, este es un consejo para ustedes, para aquellos que están enamorados
para aquellos que comparten un pedacito de su vida con alguien
para aquellos que comparten un pedacito de su vida con alguien
Enamorate de su presente, pues tú eres parte de él,
olvida su pasado, olvida el tuya,
disfruta el hoy, el ahora, el instante en que tomas su mano,
disfrútalo, es tuyo ahora y no lo será para siempre
Su tiempo es hoy, su tiempo es ahora,
amalo, desnudalo, desnúdate,
tú eres su hoy, su presente.
El pasado como todo lo demás quedo atrás, ahora solo importas tú,
el, los dos y el mundo que empezaron a crear juntos...
Mata el ayer, mata el ayer hoy!
Quiero amarte sin dejar de amarme
Pensar en ti sin dejar de pensarme en mi
quiero estar contigo y hacerte feliz pero también ser feliz
Quiero que me veas y sientas lo mismo que yo cuando te veo
quiero que me cuentes tus días, quiero amarte sin dejar
de ser yo misma, quiero tomarte de la mano
sin soltar ninguna, si quiero amarte y también
quiero amarme y quiero crear un mundo al
cual escapemos cuando nos cansemos de
este, por favor quiero amarte sin salir
herida, sin herirte por que la verdad es que tengo miedo
Le tengo miedo al dolor, a tu amor, cariño
por favor prométeme que estaremos bien,
estaremos bien este pedacito de vida que estemos juntos..
María José Baracaldo
Mujer, distante o lejana mírate al espejo y dime
si este lo que quieres ver, dime si son esos los ojos que quieres
tener, la sonrisa que quieres mostrar y si no lo
es mujer no te preocupes... Mírate de nuevo mujer, dime si ese
brillo lo veras en alguien más, mírate, mira tu sonrisa
tus ojos, tus mejillas todo lo que te compone mujer
te hace hermosa, mujer distante o lejana que te ves
en ese espejo, eres real, existes y tu brillo es sincero...
viernes, 18 de septiembre de 2015
Veía sus labios hablar mientras pretendía escuchar, mientras mis manos lo acariciaban, mientras mi mente lo callaba con besos mentales; mis ojos lo veía justo al frente de mí, sus ojos me miraban, el sonreía y yo seguía escuchando sin escuchar, sus labios seguían hablando y mi mente seguía besándolo. Lo quería, realmente lo hacía, es más puedo decir que lo quiero un poco más.
Sus labios se detuvieron, ya no se movían, ya no sonreían más, ahora sus ojos analizaban el entorno, sus ojos me analizaban y yo, yo lo abrazaba.
Quizás el pensó que yo estaba ausente, distante, quizás; pero no, yo estaba allí junto a él, junto a su alma, sintiendo su corazón latir, yo estaba allí. Entonces... Si yo estaba allí ¿Por qué no lo escuchaba? ¿Por qué no hablaba? ¿Por que permanecía en silencio?... Porque ese momento, tan efímero y utópico, dentro de mi, de mi ser pasaban 1 a 1 las razones por las cuales lo quería y no pude decirlo... No pude hablarle, agarrarle y decirle "Te quiero" Sí, esa frase repetida. "Te quiero por mil años o nada, te quiero este y más instantes" Y no pude convertir besos mentales en besos reales, no pude apretarle las costillas para sentirme viva. Yo tenía una vida antes de él, yo vivía antes de él pero no sabia lo que se sentía estarlo hasta que me encontré en medio de sus brazos, de su calor, si eso, su calor que hacia que yo ardiera como mil demonios pero también su frialdad, esa que hacia que buscara refugio en él, en sus labios, en su abrazo, en su cama, en la mía, la de su hermana incluso en la frontera
No, no pude mirarlo más pues era imposible no mirar sus ojos sin quererlo un poquito más, sin querer que me llevará a su mundo. La música en el fondo, lejana de mis pensamientos y él... ¿En qué piensa? ¿Por qué su mirada es tan fría? ¿Pensará en mí? ¿Me querrá con la misma intensidad que yo lo hago? Entonces mi mirada se apaga y seguro que el piensa que no lo quiero, que no estaba allí, que pensaba en otro, esa era la ciudad café.
Ahora el calla mientras mientras mis labios hablan, el me mira quizás hasta se ría, mis labios se movían pronunciando estas palabras, frases y letras tatuadas en este papel que solo le pertenecía a él.
Y por fin pude decir "Te quiero este y mas más instantes, aquí, sí, aquí en tu habitación sobre muy cama o allá cerca a la frontera, te quiero por mil años o nada."
Sus labios se detuvieron, ya no se movían, ya no sonreían más, ahora sus ojos analizaban el entorno, sus ojos me analizaban y yo, yo lo abrazaba.
Quizás el pensó que yo estaba ausente, distante, quizás; pero no, yo estaba allí junto a él, junto a su alma, sintiendo su corazón latir, yo estaba allí. Entonces... Si yo estaba allí ¿Por qué no lo escuchaba? ¿Por qué no hablaba? ¿Por que permanecía en silencio?... Porque ese momento, tan efímero y utópico, dentro de mi, de mi ser pasaban 1 a 1 las razones por las cuales lo quería y no pude decirlo... No pude hablarle, agarrarle y decirle "Te quiero" Sí, esa frase repetida. "Te quiero por mil años o nada, te quiero este y más instantes" Y no pude convertir besos mentales en besos reales, no pude apretarle las costillas para sentirme viva. Yo tenía una vida antes de él, yo vivía antes de él pero no sabia lo que se sentía estarlo hasta que me encontré en medio de sus brazos, de su calor, si eso, su calor que hacia que yo ardiera como mil demonios pero también su frialdad, esa que hacia que buscara refugio en él, en sus labios, en su abrazo, en su cama, en la mía, la de su hermana incluso en la frontera
No, no pude mirarlo más pues era imposible no mirar sus ojos sin quererlo un poquito más, sin querer que me llevará a su mundo. La música en el fondo, lejana de mis pensamientos y él... ¿En qué piensa? ¿Por qué su mirada es tan fría? ¿Pensará en mí? ¿Me querrá con la misma intensidad que yo lo hago? Entonces mi mirada se apaga y seguro que el piensa que no lo quiero, que no estaba allí, que pensaba en otro, esa era la ciudad café.
Ahora el calla mientras mientras mis labios hablan, el me mira quizás hasta se ría, mis labios se movían pronunciando estas palabras, frases y letras tatuadas en este papel que solo le pertenecía a él.
Y por fin pude decir "Te quiero este y mas más instantes, aquí, sí, aquí en tu habitación sobre muy cama o allá cerca a la frontera, te quiero por mil años o nada."
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