Una mujer, un escudo, un dragón guardián y un triste corazón.
Esa es la triste historia de una mujer que se enamoró, entregando el corazón a ese complice
de amor, un escudo con el cual lo protegió hasta que aquel hombre lo penetro,
un dragón guardián que aquel hombre asesino, y un corazón triste que el alegró.
María José Baracaldo
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